Goodyear avanza hacia la sostenibilidad con un neumático compuesto en un 70% por materiales eco-friendly
Goodyear ha revelado su último avance en innovación sostenible: un neumático compuesto en un 70% por materiales amigables con el medio ambiente. Esta iniciativa marca un paso significativo hacia la ambición de la empresa de producir neumáticos completamente sostenibles para el año 2030.
Aunque este neumático aún se encuentra en la etapa de prototipo (Goodyear lo denomina «neumático de demostración»), representa un vistazo prometedor a los materiales que la compañía está explorando para reducir su dependencia del petróleo y minimizar las emisiones asociadas con su proceso de fabricación.
El neumático incorpora una variedad de 13 materiales sostenibles, que van desde el aceite de soja hasta la sílice derivada de la ceniza de cáscara de arroz, pasando por polímeros de base biológica y tejidos fabricados a partir de botellas de plástico recicladas. Estos elementos se distribuyen en nueve componentes distintos del neumático, según lo informado por un comunicado de prensa emitido por Goodyear.
Particularmente notable es el enfoque innovador en la producción de negro de carbono, un componente clave de los neumáticos.
En lugar de utilizar el método tradicional basado en aceites quemados, Goodyear ha empleado tres variantes de negro de carbono generadas a partir de dióxido de carbono, aceites vegetales y metano. Estos procesos se consideran más sostenibles y se alinean con los esfuerzos de la empresa para reducir su huella ambiental. Además, Goodyear está explorando la posibilidad de reemplazar el metano con «gas natural renovable», lo que contribuiría aún más a la disminución de las emisiones.
En una colaboración reciente con la empresa química Monolith, Goodyear ha dado un paso adicional hacia la producción sostenible de negro de carbono. Esta asociación ha sido respaldada por un préstamo de 1.040 millones de dólares otorgado por el Departamento de Energía de los Estados Unidos a Monolith.
La tecnología desarrollada por Monolith tiene como objetivo transformar el gas natural en gas hidrógeno, que podría utilizarse en vehículos con celdas de combustible, y en negro de carbono.
Innovación y desafíos ambientales en la industria de neumáticos
La industria de neumáticos ha estado cada vez más comprometida con la sostenibilidad, buscando constantemente formas innovadoras de reducir su impacto ambiental. Este compromiso se ha manifestado a lo largo de los años a través de diversas iniciativas pioneras.
Un ejemplo notable proviene de Yokohama, quien en 2009 presentó un neumático revolucionario fabricado con cáscaras de naranja, una medida que no solo buscaba mejorar el rendimiento del neumático, sino también reducir drásticamente el consumo de petróleo en el proceso de producción.
Más recientemente, Bridgestone ha anunciado planes para integrar negro de carbono recuperado en la producción masiva de neumáticos. Este enfoque innovador demuestra un paso significativo hacia la utilización de recursos renovables y la reducción de la dependencia de materias primas no renovables en la fabricación de neumáticos.
Siguiendo esta línea de pensamiento progresista, Goodyear ha explorado soluciones alternativas para abordar los desafíos relacionados con los neumáticos. Su concepto ReCharge 2020 es un ejemplo destacado de esta búsqueda constante de innovación.
Este concepto revolucionario emplea cápsulas de líquido para regenerar las bandas de rodadura de los neumáticos, prolongando así su vida útil y reduciendo la necesidad de reemplazo frecuente. Aunque esta tecnología aún no está lista para su producción en masa, demuestra el compromiso de Goodyear con la sostenibilidad y la búsqueda de soluciones innovadoras para los desafíos ambientales.
Es esencial reconocer que, si bien los avances en la fabricación de neumáticos pueden mitigar la contaminación asociada con su producción, aún persisten desafíos ambientales significativos en todas las etapas del ciclo de vida de estos productos.
Por ejemplo, la gestión adecuada de los neumáticos al final de su vida útil sigue siendo un problema importante, con millones de neumáticos usados descartados cada año, contribuyendo a la contaminación del suelo, el agua y el aire. Abordar esta cuestión requiere un enfoque integral que promueva la reutilización, el reciclaje y la disposición adecuada de los neumáticos usados.
Además, la huella de carbono de los neumáticos no se limita únicamente a su proceso de fabricación. Durante su vida útil, los neumáticos liberan microplásticos y otros contaminantes en el medio ambiente a medida que se desgastan en la carretera.
Estas partículas pueden tener impactos adversos en los ecosistemas acuáticos y la salud humana. Reducir este impacto requerirá el desarrollo de tecnologías que minimicen la abrasión de los neumáticos y la dispersión de microplásticos en el medio ambiente natural.
Además, la creciente popularidad de los vehículos eléctricos plantea nuevos desafíos y oportunidades para la industria de neumáticos en términos de sostenibilidad.
Si bien los vehículos eléctricos pueden reducir las emisiones directas de gases de escape, también aumentan la demanda de neumáticos debido al mayor peso de las baterías y las demandas de torque instantáneo de los motores eléctricos. Esto destaca la importancia de desarrollar neumáticos más duraderos y eficientes para maximizar su vida útil y minimizar su impacto ambiental en un contexto de movilidad eléctrica en crecimiento.
En resumen, la industria de neumáticos se enfrenta a desafíos y oportunidades significativas en su camino hacia la sostenibilidad ambiental, y es fundamental continuar buscando soluciones innovadoras y sostenibles para abordar estos desafíos en curso.
