España prohíbe los microplásticos en cosméticos: un paso hacia la sostenibilidad

El 17 de octubre de 2023, la Unión Europea adoptó el Reglamento (UE) 2023/2055, una ambiciosa normativa que modifica el anexo XVII del Reglamento REACH (registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas). Esta legislación tiene como objetivo restringir la comercialización de productos que contengan microplásticos añadidos de forma intencionada.
España, como Estado miembro, ha adoptado este reglamento, que establece un calendario de eliminación progresiva según el tipo de producto. La finalidad de esta regulación es clara: prevenir la liberación al medio ambiente de aproximadamente 500.000 toneladas de microplásticos en los próximos 20 años.
Fechas clave para la eliminación de microplásticos en cosmética
El reglamento distingue entre varios tipos de productos cosméticos y establece plazos concretos para su adaptación:
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Productos cosméticos que se aclaran, como exfoliantes faciales, jabones corporales o champús con microperlas: prohibidos desde el 17 de octubre de 2027.
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Productos cosméticos que no se aclaran, como cremas hidratantes, lociones o desodorantes: prohibidos desde el 17 de octubre de 2029.
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Productos de maquillaje, pintalabios y esmaltes de uñas: prohibidos desde el 17 de octubre de 2035, salvo excepciones muy concretas como en el caso de las microesferas, que podrían acogerse a condiciones específicas.
Este enfoque gradual permite a la industria adaptarse tecnológicamente y reformular sus productos para cumplir con la nueva normativa, al tiempo que se protege el medio ambiente y se promueve la innovación responsable.
Un avance para el medio ambiente y la salud humana
La entrada en vigor de esta regulación representa un paso crucial en la lucha contra la contaminación plástica. Cada año, millones de toneladas de plásticos terminan en los océanos, y los microplásticos son uno de los componentes más difíciles de eliminar debido a su tamaño microscópico y su persistencia.
Eliminar los microplásticos de los cosméticos tiene un impacto directo en la reducción de residuos plásticos que llegan a los ecosistemas marinos y terrestres. Esto no solo beneficia a la vida acuática, sino que también reduce los riesgos de bioacumulación en la cadena trófica, lo que podría tener consecuencias para la salud humana.
Además, al promover productos más limpios, se estimula un consumo más consciente. La prohibición también supone una presión positiva sobre los fabricantes, que se ven obligados a adoptar prácticas más respetuosas con el entorno y transparentes en cuanto a los ingredientes que utilizan.
Alternativas sostenibles en la cosmética
Con la imposición de esta normativa, la industria cosmética se ve empujada a evolucionar hacia fórmulas más sostenibles y ecológicas. Afortunadamente, existen numerosas alternativas a los microplásticos que ya están siendo implementadas por marcas comprometidas con el medio ambiente.
Entre las principales alternativas destacan:
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Exfoliantes naturales, que utilizan ingredientes biodegradables como azúcar, sal marina, café molido, semillas de frutas o cáscara de nuez triturada. Estos materiales cumplen su función exfoliante sin dejar residuos persistentes en el entorno.
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Agentes gelificantes y espesantes de origen vegetal, como la goma xantana, la goma guar, la celulosa o el almidón de maíz, que pueden sustituir a los polímeros sintéticos.
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Pigmentos minerales y colorantes naturales, que reemplazan a la purpurina plástica y los colorantes artificiales presentes en maquillajes, sombras y esmaltes.
Estas opciones no solo son más respetuosas con el medio ambiente, sino que responden a una tendencia creciente: la demanda de productos cosméticos más naturales y seguros por parte de los consumidores.
Cómo identificar cosméticos libres de microplásticos
Para el consumidor medio, identificar si un producto contiene microplásticos puede resultar complejo, ya que en muchas ocasiones no se mencionan de forma explícita en la etiqueta. Sin embargo, existen algunas estrategias para detectar y evitar estos componentes:
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Leer la lista de ingredientes (INCI): buscar términos como polyethylene (PE), polypropylene (PP), polymethyl methacrylate (PMMA), nylon-12, acrylates copolymer, entre otros, puede indicar la presencia de microplásticos.
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Elegir productos con certificación ecológica, como Ecocert, COSMOS Organic o NATRUE, que prohíben o restringen el uso de microplásticos en sus formulaciones.
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Usar aplicaciones y bases de datos como Beat the Microbead, desarrollada por la Plastic Soup Foundation, que permite escanear productos y verificar si contienen microplásticos.
Conclusión: un futuro más limpio y consciente
La prohibición de microplásticos en cosméticos no es solo una medida legal, sino un reflejo de una transformación social. El consumidor de hoy no solo busca eficacia en sus productos de belleza, sino también transparencia, sostenibilidad y respeto por el entorno.
Esta regulación convierte a España y al conjunto de la Unión Europea en pioneros de una nueva era en la industria cosmética: una era en la que la belleza no tiene por qué estar reñida con la salud del planeta.
Al apoyar marcas responsables y elegir productos sin microplásticos, cada persona puede convertirse en agente de cambio. Porque cuidar de uno mismo también puede —y debe— significar cuidar del medio ambiente.