×
NOTICIAS

Google apuesta por la energía de fusión nuclear en su estrategia de descarbonización

Miércoles, 6 agosto 2025
Tiempo de lectura: 4 min
Google
Imágen AS Photograpy from Pixabay

Google ha dado un paso firme hacia la descarbonización al firmar un acuerdo con Commonwealth Fusion Systems (CFS) para adquirir 200 MW de energía de fusión nuclear, en una estrategia que busca reducir las emisiones de sus operaciones energéticamente intensivas. Esta apuesta ocurre en un contexto donde el crecimiento acelerado de la inteligencia artificial y los centros de datos ha generado preocupaciones globales por su huella climática, especialmente tras el encendido de Colossus, la supercomputadora de Elon Musk en Memphis.

Colossus: el ejemplo que alerta sobre la huella de carbono digital

Colossus, instalada en Memphis por xAI, es una de las supercomputadoras más potentes del mundo, diseñada para entrenar modelos de inteligencia artificial avanzados a gran escala. Su consumo energético estimado se cuenta en gigavatios-hora, y ha generado un intenso debate sobre el impacto ambiental de la IA y la infraestructura tecnológica que la soporta.

Críticos y expertos ambientales han advertido que si el suministro energético de estas megaestructuras digitales proviene de fuentes fósiles, se corre el riesgo de anular los esfuerzos globales de mitigación del cambio climático, justo cuando sectores como el transporte o la construcción logran avances en reducción de emisiones.

La situación de Colossus ha actuado como una alerta temprana sobre la urgencia de garantizar que la próxima generación de centros de datos, IA y supercomputación se alimente con energías verdaderamente limpias y sostenibles.

Google busca evitar ese escenario con energía de fusión

Conscientes de este panorama, desde Google han reforzado su estrategia hacia las cero emisiones netas antes de 2030. La decisión de Google se enmarca dentro de su compromiso de alcanzar net‑zero en 2030, frente a una demanda energética en rápida expansión. Sus centros de datos, alimentados por IA y cargas de cómputo intensivas, consumieron en 2024 más de 30 millones de MWh, casi el doble de la energía utilizada en 2020. Aunque las emisiones directas se han reducido, las emisiones absolutas siguen creciendo debido al incremento de la actividad – lo que hace urgente diversificar aún más sus fuentes de energía limpia.

Detalles del acuerdo con CFS

  • Google ha firmado un contrato de compra anticipada (offtake agreement) por 200 MW de energía nuclear de fusión que se espera proveer desde el primer reactor comercial de CFS, ubicado en Virginia, EE. UU.

  • Además, la compañía ha realizado una segunda inversión de capital en CFS, fortaleciendo así su apoyo financiero al desarrollo de la tecnología.

  • Este acuerdo incluye opciones para adquirir energía de futuros emplazamientos ARC — el diseño comercial en planta completa de CFS — lo que convierte a Google en un socio estratégico a largo plazo.

La tecnología tras CFS: SPARC y ARC

CFS desarrolla una línea de reactores de fusión basados en el diseño tokamak, en particular un prototipo llamado SPARC, que emplea imanes superconductores de alta temperatura para confinar plasma a más de 100 millones de °C. El objetivo es lograr producción neta de energía (net‑energy positive) hacia 2027. Posteriormente planean construir ARC, un reactor de hasta 400 MW operativo en la primera parte de la década de 2030, una parte importante del cual ya está comprometida con Google.

Alianzas paralelas: TAE Technologies

Google no solo apoya a CFS, también es inversor desde 2015 en TAE Technologies, otra empresa emergente de fusión con enfoque diferente (configuración tipo field‑reversed). Gracias a una colaboración en IA, como el desarrollo del “algorithm Optometrist” para mejorar el control del plasma, Google ha ayudado a TAE a avanzar en su tecnología mediante simulaciones de machine learning y análisis de grandes volúmenes de datos.

Motivaciones clave detrás de la apuesta de Google

  1. Demanda energética insaciable de IA: el crecimiento acelerado del uso de IA proyecta que los centros de datos consumirán miles de TWh antes de 2035. Las fuentes limpias y continuas como la fusión son fundamentales para satisfacer esa demanda sin comprometer el clima.

  2. Señal de mercado: al contratar energía que aún no se ha generado, Google envía un fuerte mensaje a la industria: la fusión ya es una apuesta seria. Esto puede catalizar inversiones adicionales y acelerar la construcción de infraestructuras.

  3. Diversidad energética: Google ya ha firmado más de 170 acuerdos con fuentes limpias (solar, eólica, geotérmica, SMR, etc.), y sumar la fusión refuerza su portafolio de energía limpia y firme.

Desafíos tecnológicos y de escalado

A pesar del optimismo, la fusión aún enfrenta retos significativos:

  • Ingeniería compleja: mantener reacciones sostenidas y controladas, incluyendo el manejo del tritio y el daño a materiales por radiación, sigue siendo un obstáculo técnico.

  • Costes inciertos: las primeras plantas serán extremadamente caras y habrá que optimizar su eficiencia operativa para competir con renovables y otras tecnologías limpias.

  • Plazos ajustados: aunque los prototipos como SPARC podrían demostrar viabilidad en 2027 y ARC podría entrar en operación en 2030‑2032, diversos expertos advierten que la comercialización masiva podría demorarse hasta mediados de la década o más.

El papel de las políticas públicas

La regulación también jugará un rol central. En EE. UU., regulaciones federales recientes han clasificado los reactores experimentales como motores de partículas en términos reguladores, lo que acelera los permisos. Sin embargo, la construcción real de infraestructuras requerirá cooperaciones intergubernamentales y permisos locales sólidos.

Impacto potencial en sostenibilidad y clima

Si tiene éxito, la inversión de Google podría desbloquear una fuente de energía:

  • Prácticamente ilimitada, limpia y segura: sin emisiones directas de carbono y con riesgos significativamente menores que la fisión convencional.

  • Descarbonización energética profunda: podría permitir que grandes industrias tecnológicas cumplan sus compromisos climáticos más allá del 2030.

  • Efecto cascada: otros sectores podrían seguir el ejemplo, acelerando un cambio global en el sistema energético hacia fuentes más resilientes y ecológicas.

Perspectivas futuras

  • Google mantiene su objetivo de reducción del 50 % de emisiones respecto a 2019 para 2030. Aunque la fusión no estará operativa completamente en ese plazo, la inversión impulsa la transición energética post‑2030.

  • Otras grandes empresas tecnológicas están promulgando movimientos similares: Microsoft ha firmado con Helion Energy desde 2023 y otras compañías también están invirtiendo en plataformas como Helion o TAE.

  • La industria privada ha recaudado ya más de 8.000–10.000 millones USD para financiar startups de fusión debido al impulso de la demanda tecnológica, la urgencia climática y el potencial disruptivo de esta fuente eléctrica.

Conclusión

La reciente alianza entre Google y Commonwealth Fusion Systems marca un antes y un después en la historia de la fusión nuclear. No solo es un paso estratégico para cumplir sus objetivos de descarbonización; también implica una apuesta audaz por una forma de energía que, si se comercializa, podría cambiar el paradigma energético global. Aunque quedan desafíos técnicos, financieros y regulatorios, la operación envía una señal clara: la fusión está saliendo del laboratorio y entrando en el mapa como un componente clave de la transición energética del siglo XXI.